No te avergüences de pedir ayuda

crecer con ayuda

Pedir ayuda puede ser difícil, ya sea que tengas miedo de que alguien se ría de ti por ser incompetente o simplemente por negarte a admitir que no puedes hacerte cargo de todo aún. También puede ser vergonzoso, especialmente si sientes que todos los demás parecen tener el control y tener la vida resuelta.

Uno de los conceptos erróneos del estoicismo es que se trata de crear superhéroes invencibles e intocables. Que te reduce a «una isla»: una persona completamente sola, sentada en perfecta alegría debajo de un árbol en alguna parte. Pero esa es la forma incorrecta de pensarlo. El estoicismo fue creado y utilizado por personas normales, personas que tuvieron que interactuar con otras personas y depender de ellas. Incluso Marcus Aurelius, un tipo que literalmente gobernaba el mundo, dijo:

«No te avergüences de necesitar ayuda. Tienes un deber que cumplir como un soldado en el muro de batalla. Entonces, ¿qué pasa si estás herido y no puedes subir sin la ayuda de otro soldado? «

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Pedir ayuda es un arte del cual nunca deberías avergonzarte

Durante muchos años intenté alcanzar un nivel de éxito a través de mi trabajo como emprendedor, que simplemente no podía alcanzar. Por cada paso hacía adelante que tomaba, un fracaso me hacía tomar dos pasos para atrás. Fue frustrante, y en más ocaciones que puedo recordar, quise rendirme. He cometido varios errores en mi camino al inicio, pero ninguno de ellos fue relacionado con mis negocios. Fue con mi mentalidad, mi ego, mis miedos, y mi percepción del éxito.

1. Admitir que necesitas ayuda es una señal de fortaleza, no de debilidad.

Es fácil decirse cosas como, «debería ser capaz de manejar esto por mi cuenta», o «soy un idiota por quedarme tan atrás», pero esos pensamientos no te servirán de nada. De hecho, solo te atrasarán, te distraerán y afectarán aún más tu rendimiento; te sentirás inadecuado y tu enfoque se volverá negativo. Y como sabes: la energía fluye donde va el enfoque.

Reconocer tus defectos, en lugar de enmascararlos, es un signo de fortaleza, no de debilidad. Después de todo, no puedes cambiar lo que no aceptas.

2. Obtener ayuda puede ahorrarte mucho tiempo y molestias.

Para evitar herir tu orgullo, puede ser tentador intentar hacerlo todo solo pero tu negativa a pedir ayuda puede provocar una gran molestia innecesaria. Sin mencionar que también puedes perder mucho tiempo tratando de hacer las cosas por tu cuenta.

En algunos casos, lo mejor es la intervención temprana. Es mucho más fácil obtener ayuda cuando sientes por primera vez que no puedes hacerlo por tu cuenta, en lugar de unos meses o años después, cuando tu motivación, pasión y compromiso están desapareciendo progresivamente. También es más fácil solucionar un problema que solo haz estropeado un poco, en lugar de intentar solucionarlo después de haber causado un daño grave.

3. Al buscar ayuda le das a otros la oportunidad de servirte.

Algunas personas temen que pedir ayuda moleste a otra persona, entonces, en lugar de pedirle a un vecino que ayude a mover un mueble pesado o pedirle a un amigo que brinde un poco de apoyo emocional, sufren en silencio por temor a ser juzgados.

Pero los estudios muestran que es más probable que pedirle un favor a alguien haga que le agrades más. Se dice que Benjamin Franklin pidió favores a las personas a propósito solo para ganarse su afecto, y desde entonces las investigaciones han confirmado que pedir ayuda puede hacerte más agradable.

4. No eres el único luchando por sueños u objetivos.

Si te sientes abrumado en la oficina o completamente perdido en una clase, es fácil convencerse a sí mismo de que eres el único que la está pasando mal.

Pero hay una buena posibilidad de que, si estás luchando, alguien más también lo esté. Puede que no sean lo suficientemente valientes para admitirlo. Si encuentras el coraje para hablar primero, alguien más puede sentirse más cómodo dando un paso al frente y admitiendo su lucha.

5. Pedir ayuda puede hacer que te sientas más cómodo contigo mismo.

Negarse a pedir ayuda es una solución a corto plazo que conduce a problemas a largo plazo. Si bien puede ahorrarte un minuto de vergüenza, evitar la ayuda puede generar más vergüenza en el futuro.

Pedir ayuda es un gran experimento: te ayudará a desafiar las suposiciones negativas sobre ti mismo y te mostrará cómo reaccionan los demás a tus solicitudes. Cuanto más a menudo lo hagas, más confianza tendrás en tu capacidad para manejar un poco de vergüenza o incomodidad.

 

Siempre recuerda un hecho sencillo: no existe una sola persona en el mundo que haya conseguido éxito sin ayuda. Si vamos a los casos más extremos como Bill Gates, Kim Kardashian, Mark Zuckerberg, Donald J. Trump, Emmanuel Macron, Michael Jordan, Robert Downey Junior, Oprah etc… No lograron nada de lo que hicieron por sí solos. Existe un término erróneo en el mundo de los negocios: «Self-made Billionaires» (o «Multimillonario hecho a sí mismo»). Forbes tiene una lista de personas que consideran Self-Made, pero en realidad ninguna de las personas que aparece realmente lo hizo sin ayuda.

  • Bill Gates tenía su mamá en la mesa de IBM (el deal que hizo que se convirtiera en el hombre más rico del mundo),
  • Kim Kardashian uso sus conexiones en el mundo de la música y la moda como asistente aprendiendo de los que ya eran exitosos,
  • Zuckerberg literalmente recibió 100% del capital de inversionistas externos (no existiera Facebook sin ellos por más que el proyecto tenía potencial),
  • Trump heredó dinero de la fortuna familiar etc…

Cada fortuna lo logró gracias a personas que los apoyaron. Jeff Bezos dijo una vez:

Claro alcance generar mas de 100 mil millones de dólares con Amazon, pero significa que generé más de 900 mil millones para las personas que creyeron y siguen creyendo en mí.

Esta frase muestra que hasta el hombre más rico del mundo nunca hubiera logrado lo que ha logrado sin la ayuda de una cantidad increíble de personas.

Un ejercicio sencillo para crecer

Si pedir ayuda es algo que temes hacer, existe una alternativa. Es una manera de pedir ayuda sin pedirla. No lo consideraba como tal antes de reflexionar sobre el asunto  de este articulo, pero es algo muy útil que realmente puede ser considerado como pedir ayuda.

Semanalmente desde hace más de 5 años, busco conocer al menos a una persona exitosa nueva, alguien que no conocía antes, pero que ha logrado ciertos objetivos míos en su propia carrera. Nos sentamos usualmente para tomar un café, me presento, explico la razón por la cual quería conocerlo/a, explico como usualmente va una conversación así y de ahí dejo que mi invitado/a empiece con su propia historia.

¿Cuales son los objetivos de este ejercicio?

1. Siempre me interesa conocer a nuevas personas con quien potencialmente podría tener una relación de amistad, y porque no, de negocios.

2. Quiero entender de dónde viene, lo que ha sufrido, logrado, fracasado, y cómo fue la mecánica de pensamiento para lograr superar estos retos.

3. Busco saber si ha vivido y resuelto problemas a los cuales me estoy enfrentando: me demuestra que no soy el único con este problema, y cómo resolverlo.

4. Me permite entender ciertos asuntos ajenos mejor, por ejemplo aprendí mucho sobre el negocio y las leyes de Copyrights (Derechos de Autor), sobre logística de transporte, sobre el negocio de Bienes Raíces, gracias a conversaciones como estas.

5. Permite generar un interés en alguien de más alto nivel, una conexión emocional, para seguir hablando, y poder aprender de ellos a lo largo de los años. Se puede convertir como un mentor sin serlo de manera oficial.

De esta manera me ha tocado conocer a más de 350 empresario/as, atletas, políticos y artistas del mundo desde el 2016, lo que me ha dado resultados increíbles a nivel negocios, pero también a nivel emocional, espiritual, y psicológico. Pedir ayuda es la mejor herramienta de crecimiento y del éxito.

NUNCA deberías pensar que solo puedes hacerlo tu solo/a.
NUNCA deberías negarte a pedir ayuda.
NUNCA deberías dejar tu ego tomar el control de tu vida y tus proyectos.
NUNCA deberías caer en la misma trempa en la cual caen todos los que dejan morir sus sueños.