“Soy más fuerte gracias a los tiempos difíciles, más sabio gracias a mis errores y más feliz porque he conocido la tristeza”.
–Desconocido
Todo el mundo ha pasado por esto. A pesar de nuestras mejores intenciones, algo va muy mal. Sufres una pérdida desgarradora, cometes un terrible error o cualquier otra cosa que te quita una oportunidad de lograr una meta muy importante para tu futuro.
Sponsored*
Con incredulidad tu mente grita: “Espera. ¿Qué?” Y luego,”No, no, no, esto no puede estar pasando”. Después del shock inicial, cuando la oleada de hormonas del estrés ha disminuido, te das cuenta de que sí, esto está sucediendo. Y no puedes dejar de pensar: “¿Pero cómo podría pasar esto? No es justo. No puedo soportarlo. ¿Por qué yo? ¿Porqué ahora? ¿Cómo voy a superar esto?
Tu mente está tambaleándose. Te sientes ansioso y abatido.
Cuando todo sale mal, recuerda el poder de la mente y enfoca en lo siguiente:
- Todo es temporal, incluso esto.
- La felicidad es el resultado de tu manera de percibir la vida, no de lo que te sucede.
- Lo positivo en tu vida, aunque sea poco.
- Las personas que están de tu lado.
- Lo que más te importa y lo que puedes dejar de lado.
- Que realmente eres tú que elige como reaccionas.
- El coraje que has tenido en otras situaciones difíciles que has superado.
- Los malos tiempos no te definen, pero tu enfoque sí.
- La preocupación, la ira, las quejas, la negación o cualquiera de las infinitas formas en que tratamos de evitar el dolor cuando las cosas van mal no cambiarán la situación.
Se agradecid@: cualquier ocurrencia en tu vida es una lección para mejorarte, mejorar tu familia, tu negocio, y cualquier otro aspecto de tu vida. Es difícil cuando el problema es nuevo, pero si tomas un paso atrás y miras bien toda la situación, encontrarás una oportunidad o una lección en eso.
Si te ha pasado algo similar, y no entiendes cómo es posible aprender de un fracaso, lee este artículo.