En realidad, no necesitas aumentar tu empatía. Solo necesitas recordar cómo acceder a tu empatía. La vida es tan ruidosa y distractora que se ha vuelto difícil apagar el ruido, sintonizar las señales que estás captando de alguien y separar lo que sientes de tus juicios e interpretación. Cuanto menos nos damos cuenta en el momento, más difícil es discernir los sentimientos e intenciones de otras personas.
Sin embargo, la empatía es fundamental para establecer relaciones saludables y desarrollar habilidades sociales y de liderazgo.
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La buena noticia es que la empatía es un mecanismo de supervivencia, por lo que puedes volver a activarla en cualquier momento.
La mala noticia es que esta investigación muestra que un aumento de tu poder, incluidas las promociones o el éxito empresarial, a menudo se correlaciona con una disminución de tu empatía. A medida que aumenta tu estatus, más necesitas activar deliberadamente tu empatía.
¿Qué es la empatía?
En su forma más simple, la empatía es la capacidad de reconocer las emociones en los demás y comprender las perspectivas de otras personas sobre una situación. En su forma más desarrollada, la empatía te permite utilizar esa información para mejorar el estado de ánimo de otra persona y apoyarla en situaciones desafiantes.
La empatía a menudo se confunde con la simpatía, pero no son lo mismo. La simpatía es un sentimiento de preocupación por alguien y una sensación de que podría ser más feliz. A diferencia de la empatía, la simpatía no implica una perspectiva o emociones compartidas.
Puedes sentir simpatía por alguien que ves llorando en la calle, por ejemplo, sin saber nada sobre su situación. La simpatía puede convertirse en empatía, pero no necesariamente lo hace.
Según el influyente psicólogo Daniel Goleman, la empatía es uno de los cinco componentes clave de la inteligencia emocional: una habilidad de liderazgo vital. Se desarrolla a través de tres etapas: empatía cognitiva, empatía emocional y empatía compasiva.
1- Empatía Cognitiva
La empatía cognitiva es la capacidad de comprender lo que otra persona podría estar pensando o sintiendo. No necesita involucrar ningún compromiso emocional por parte del observador.
Los gerentes pueden encontrar útil la empatía cognitiva para comprender cómo se sienten los miembros de su equipo y, por lo tanto, con qué estilo de liderazgo obtendrían lo mejor de ellos hoy. Del mismo modo, los ejecutivos de ventas pueden usarlo para evaluar el estado de ánimo de un cliente, ayudándoles a elegir el tono más efectivo para una conversación.
La empatía cognitiva es una habilidad principalmente racional, intelectual y emocionalmente neutral. Esto significa que algunas personas lo usan con fines negativos. Por ejemplo, aquellos con un rasgo de personalidad maquiavélica pueden usar la empatía cognitiva para manipular a las personas que son emocionalmente vulnerables.
2- Empatía Emocional
La empatía emocional es la capacidad de compartir los sentimientos de otra persona, y así comprender a esa persona en un nivel más profundo. A veces se llama “empatía afectiva” porque te afecta o te cambia. No se trata solo de saber cómo se siente alguien, sino de crear una relación genuina con ellos.
Para algunos de nosotros, este tipo de empatía puede ser abrumador. Las personas con fuertes tendencias empáticas pueden verse inmersas en los problemas o el dolor de otras personas, a veces dañando su propio bienestar emocional. Esto es particularmente cierto si no se sienten capaces de resolver la situación.
Puedes evitar este tipo de agotamiento de generosidad emocional tomando descansos, verificando tus límites y fortaleciendo tu capacidad para hacer frente a un papel tan exigente.
Cualquier persona que lidere un equipo se beneficiará al desarrollar al menos algo de empatía emocional. Ayuda a generar confianza entre los gerentes y los miembros del equipo, y a desarrollar honestidad y apertura. Pero la empatía es más valiosa cuando se combina con la acción.
3- Empatía Compasiva
La empatía compasiva es la forma más activa de empatía. Implica no solo preocuparse por otra persona y compartir su dolor emocional, sino también tomar medidas prácticas para reducirlo.
Por ejemplo, imagina que uno de los miembros de tu equipo está molesto y enojado porque hizo una presentación importante mal. Reconocer su dolor es valioso, y afirmar su reacción al mostrar signos de esos sentimientos aún más. Pero lo mejor de todo es reservar algo de tiempo para ellos y ofrecerles apoyo práctico u orientación para superar la situación y prepararse para la próxima vez.
¿Cómo reforzar mi empatía?
1- Desarrolla tu conciencia emocional.
Practicar la conciencia emocional sobre ti mismo te ayudará a empatizar cuando estés con otros. Esto requiere que le enseñes a tu cerebro a acceder y etiquetar tus reacciones emocionales. Para ayudar a aprender esta habilidad, utiliza el Inventario Emocional, donde se te pedirá que te detengas dos o tres veces al día y selecciones qué emoción sientes dentro de una lista de posibles sensaciones.
2- Atrapa tu juicio.
El juicio es también una emoción. Cuando te sientes tenso o sientas la necesidad de corregir a la persona, respira y empieza a sentir compasión, respeto y un deseo de conectarse. Luego, si todavía sientes la necesidad de dar un punto de vista diferente, primero pide permiso para ver si la persona está dispuesta a escuchar.
3- Cállate, por dentro y por fuera.
Mientras más puedas calmar tu parloteo cerebral, más podrás escuchar tu sabiduría emocional. La meditación es una buena práctica. También puedes sintonizar deteniendo tu actividad y concentrándote en tu respiración. Mantén tu mente vacía todo el tiempo que puedas mientras miras a tu alrededor. Practica observando con una mente tranquila en intervalos de cinco minutos.
4- Mira y escucha por completo.
Mientras escuchas la historia de alguien, observa cambios en su postura, tono de voz, expresiones faciales y respiración. Notar estos cambios te ayudará a percibir lo que sienten.
5- Cuando interactúas con otros, activa tu curiosidad y haz preguntas aclaratorias.
Descubre cómo se siente la emoción de la curiosidad en tu cerebro y cuerpo para que puedas sentir curiosidad cuando estás con alguien. Luego, cuando sientes curiosidad, escucha los detalles de su historia para poder hacer preguntas para ayudar a ver la imagen de lo que recuerdan o están experimentando en el momento.
Puntos clave
La empatía es la capacidad de reconocer emociones y compartir perspectivas con otras personas. Es uno de los cinco componentes clave de la inteligencia emocional, y ayuda a generar confianza y fortalecer las relaciones.
Hay tres etapas de empatía
- La empatía cognitiva es ser consciente del estado emocional de otra persona.
- La empatía emocional es participar y compartir esas emociones.
- La empatía compasiva implica tomar medidas para apoyar a otras personas.
Para utilizar la empatía de manera efectiva, ofrece a tu compañero de trabajo toda tu atención, buscando pistas verbales y no verbales para ayudarte a comprender completamente su situación. Deja de lado tus propias suposiciones, reconoce los sentimientos de tu colega, permite una conexión emocional y luego toma medidas positivas que mejoren su bienestar.
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